Pretender que las nuevas tecnologías sustituirán las funciones del profesor es como decir que construir una alberca creará campeones en natación.
El empleo de tecnologías avanzadas (anteriormente llamadas nuevas tecnologías o tecnologías de la información), no hacen mejor al docente, sólo se constituyen como una herramienta que le permite desarrollar mejor sus funciones ante el grupo.
El empleo de una simple herramienta le ayuda al profesor a presentar de una manera más novedosa, fácil o cómoda los temas a tratar en el curso; pero no es cosa de magia, se requiere de preparación para emplear cualquier recurso y, por supuesto, mucha práctica.
En lo personal, me hice partícipe de las tecnologías por el placer de conocer algo nuevo y las “infinitas” aplicaciones en las que se pueden emplear; en un principio me costó trabajo por la carencia de equipo pero conforme gano dinero, me puedo dar estos “pequeños lujos” y con un poco de curiosidad para atreverme a descubrir nuevas cosas que sorprenden a los alumnos y me ayudan a desarrollarme como docente.
Una vez me hicieron un examen de actitud y resultó que tengo algunas fijaciones, lo que llamamos terco, y para no hacerte el cuento largo trato de hacer de mis clases una mezcla de multimedia con exposiciones en pizarrón. Soy un profesor que combina libros y sitios en la web, y por lo mismo dejo a mis alumnos las dos posibilidades de información y análisis.
Tal vez este escrito no sea lo extenso que deseas ver, pero sí contiene un poco de mi experiencia con distintas tecnologías: desde pizarrón hasta las aplicaciones interactivas, pasando por materiales lúdicos.
